Tengo que practicar mi español más de lo que lo practico usualmente. Se me está olvidando cómo escribir y tener una conversación en español. Entiendo los programas de televisión, movies y periódicos, pero se me dificulta escribir en español.
El problema es que no uso el español diariamente. Uso mucho el inglés. Lo uso para el trabajo, para comunicarme con amigos y colegas, y para comunicarme en la casa. Mi esposa e hija solo hablan inglés, así que no tengo mucha práctica.
Pero eso va a cambiar. He decidido escribir más y más en español, sobre todo en este weblog. Así que comencemos…
No recuerdo exactamente cuándo aprendí inglés. Como vivía en Juárez, siempre estuve expuesto al inglés de El Paso, especialmente cuando visitaba a mis primos. Ellos hablaban más inglés, y yo casi todo en español. Pero aprendí suficiente viendo programas de televisión. Fue suficiente para no batallar mucho cuando comencé a tomar clases en El Paso. Eso fue en el tercer grado de primaria.
Después de un par de meses en clases donde todos hablaban inglés, aprendí al punto de que mis calificaciones mejoraron. (Aunque no fue necesario saber inglés para matemáticas.) De ahí en adelante, fui bilingüe. Y de ahí en adelante comenzó la batalla entre el inglés y el español en mi cabeza.
Algo muy interesante sucede en mi cabeza cuando sueño. La gran mayoría de la gente en mis sueños habla español o es bilingüe. Gente que nunca me ha hablado en español lo habla perfectamente en mis sueños. Supongo que mi mente traduce todo para no batallar. Pero he notado que más y más de mis sueños incluyen conversaciones en inglés, lo cual me lleva a pensar que mi mente está cambiando.
No quiero perder la habilidad de hablar y escribir en español. Es mi lengua madre y no tiene nada que pedirle a otros lenguajes. Es un lenguaje muy bonito. Cada vez que escucho a alguien hablando en español siento algo por dentro, como si estuviera de vuelta en casa, de vuelta en Aldama o Juárez.
Y no importa qué tipo de español hablen. Puede ser el español rápido y variado del Caribe. Puede ser el español lento y claro de Colombia. O el español propio y antiguo de España. O el español chilango de la Ciudad de México. O el español del norte, de Chihuahua y Coahuila, donde decimos “i ‘eñor” en lugar de “sí señor”.
O el español mocho de la gente hispanohablante en los Estados Unidos. La gente como yo.
Así que viene en camino más español. Agarrense.
Por cierto, todo esto lo escribí yo mismo y sin ayuda de inteligencia synthetic.